Me gustaría que te visualizases en un Templo, y te pusieses justo debajo de su cúpula, sentado o tumbado, como te sientas más a gusto.
Hace una temperatura muy agradable y te sientes muy bien.
Dentro de este Templo, pegado al suelo y sus paredes hay grandes “Cuarzos rosas y verdes” que parecen Monolitos de lo grandes que son y rodean toda la estancia por dentro.
También hay grandes “Amatistas” como si fuesen grandes rocas, que si las miras bien verás que son grandes Geodas.
Puedes sentir el poder de su energía a tu alrededor y disfrutas sintiéndolo y observando los beneficios que te producen.
En el techo, en la cúpula del Templo, hay un gran foco de luz de un blanco radiante, puro, luminoso, que te va transmitiendo una sensación de paz profunda e intensa, donde sientes un silencio sublime.
Te permites sentir el poder de los cristales y de la luz blanca, pura, todo sobre ti, dejándote que te envuelva y penetren en ti.
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En este estado de paz profunda, pides sanación a tus “Seres de Luz” para que se produzca una aceptación e integración total en todos los niveles de tu Ser, en todos tus planos atemporales: pasado, presente y futuro; y multidimensionales de tu Alma.
Una sanación total e integral de tu energía Femenina y en un perfecto equilibrio con tu energía Masculina.
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Te sientes muy cómodo y agusto, tu estado de paz es tan grande que puedes sentir como tus sentidos se abren, se expanden y se potencian. Se potencian tanto, que puedes oír y sentir claramente como te dicen “Seres de Alta Vibración y Maestros Ascendidos” ayudándote en tu sanación:
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Tus energías “Masculino y Femenino” son dos aspectos del “Uno”, por lo tanto, ellas realmente no son opuestas o dualísticas, ellas son UNO; son las dos caras de tu energía.
En la comprensión final de quien eres, la única verdad que importa es: YO SOY, y este es un Mantra Místico en donde estos dos aspectos se funden:
En el YO está tu energía Masculina.
En el SOY está tu energía Femenina.
El YO constrictor, da dirección, individualiza. YO, no el otro. Yo y luego el
SOY.
El SOY es oceánico, todo envolvente; refleja tu océano del hogar, tu energía Femenina, tu inagotable fuente que no comprende límites, ni diferenciación.
El aspecto fluido y de unión es el núcleo de tu energía Femenina.
En el YO SOY lo masculino y lo femenino se juntan y felizmente unen sus energías.
Así que repetirás “YO SOY” unas cuantas veces con la intención y el conocimiento de la unión de estas dos energías.
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Tu momento real del cambio ocurre cuando tu energía “Femenina” decide por ella misma:
“Yo ya no voy a aceptar esto por más tiempo”.
Aquí es cuando el cambio realmente comienza a ocurrir.
Tu energía Femenina ha resucitado y tu estrella se está elevando.
Es sólo en tu reunión con tu energía masculina madura y equilibrada, cuando tu energía Femenina puede florecer nuevamente.
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Si te enfocas en tu 4º Chakra el del Corazón, te encuentras con un centro en el cual e encuentran “El cielo y la tierra”.
Es donde el Corazón trasciende los límites del “Ego” y te permite sentir la unidad con cualquier cosa fuera y dentro de ti.
En tu 7º Chakra, el Chakra Corona, encima de tu cabeza, vas a poner tu atención en él, sabiendo que este Chakra no es ni “masculino” ni “femenino”; o se podría decir que es ambos.
En este Chakra te elevas por encima de la dualidad de lo masculino y femenino.
Tu Chakra de la corona es una interesante combinación de ambas energías.
Cuando éste Chakra está equilibrado, tu conciencia está en un estado tanto de recibir como de expandirse hacia fuera. En este estado tu mente está muy cerca de la unidad que sustenta tus energías masculinas y femeninas, la energía del “Espíritu o Dios”.
Tu energía Femenina en equilibrio con la masculina, son tu llave de apertura hacia tu “DIVINIDAD”.
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Sin la presencia de lo Femenino y el principio masculino quedarías herido y tu calidad de vida se deterioraría.
Cuando permaneces inconsciente a uno de los dos polos, renuncias a sus características y pierdes sus cualidades.
Tu parte femenina consciente evoluciona a través de tu imaginación creadora y se relaciona con la vida y tu energía renovadora.
Cuando el arquetipo de tu energía femenina en su expresión del “Amor” lo activas, te sientes inundado con la vitalidad del Amor, la belleza, la pasión y la renovación espiritual.
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Vuelves a recordar que estás debajo de ese potente chorro de luz que entra por esa cúpula del templo y a sentir el maravilloso poder de los cristales que están en círculo a tu alrededor, recordamos: Cuarzos verdes, rosas y amatistas y permites que su vibración te llene por completo y te colme de paz y bienestar.
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Ahora vas a recordar tu YO-NIÑO; bien por recuerdos de tu infancia o por una foto tuya de ese tiempo.
Cuando te veas muy claramente me avisas.
Fíjate bien como te ves y la expresión que tienes.
Me gustaría que recordases a tu MADRE, ese patrón representativo para tí en ese momento de la “Energía Femenina”.
- ¿Puedes recordar momentos de ella hacia ti o hacia los demás donde hayas observado su: sensibilidad, entrega, creatividad, ternura, momentos que sintieses su Amor, protección, feminidad, receptividad, uniendo a la familia?
Intenta recordar lo más claramente posible y observa lo que sientes, lo que te provoca.
Observa si hay algún resentimiento, dolor. No tengas miedo y sácalo fuera. (Silencio) Mete dentro de una burbuja morada esas sensaciones y después cambia el color morado por el verde y ahora por el rosa.
¿Qué tienes en común ahora en tu momento presente con ese Sergio niño, con esa parte “Femenina” que no te guste?.
¿Hay alguna de esas características femeninas que te altere o rechaces: sensibilidad, entrega, creatividad, ternura, sentimientos de amor, protección?
Míralo de frente y siéntelo con todo tu cuerpo.
Ahora vas a observar a las personas o mujeres que en tu infancia se hubiesen relacionado contigo y te hayan alterado por tener esas cualidades, ¿Cómo te alteran?, ¿Cómo actuaste?, ¿qué sentimiento quedó dentro de ti?.
¿Qué tienes en común ahora en tu momento presente, con ese Sergio niño, con esa parte femenina que no te guste?
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Ahora sigues siendo Sergio de Niño y me gustaría que recordases a tu PADRE, ese patrón representativo para ti de “Energía Masculina”.
¿Puedes sentir en esos tiempos que hayas observado contigo o con los demás su: fuerza interior, valentía, coraje, arrojo, iniciativa, masculinidad, poder, valor?
Intenta recordar lo más claramente posible y observa qué es lo que sientes, lo que te provoca.
Observa si hay algún resentimiento, dolor, no tengas miedo y sacalo fuera.
(Silencio) Mete dentro de una burbuja morada esas sensaciones y después cambia el color morado por el verde y ahora por el rosa.
Observa y recuerda a esas personas masculinas con las que te relacionases en esa época, ¿te alteraron por poseer: fuerza interior, valentía, coraje, arrojo, iniciativa, masculinidad, poder, valor?
¿Cómo actuaste, qué sentimiento quedó dentro de ti?
¿Qué tienes en común ahora en tu momento presente, con ese Sergio niño, con esa parte masculina que no te guste?.
Ahora recuerda momentos de tu infancia donde sentiste tu: sensibilidad, entrega, creatividad, ternura, momentos que sintieses Amor hacia los demás: personas, animales, naturaleza, etc., protección, feminidad, receptividad, necesidad de unión de la familia, si eras imaginativo, creativo.
Recuerda momentos agradables, que te llenen, y permite que esos recuerdos y emociones vayan llenando y penetrando en todo tu lado “Izquierdo” desde la cabeza hasta el dedo de tu pie, permite que tus células se impregnen de esa emoción.
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Ahora, con la mano izquierda (lado femenino) en el corazón di:
“Te agradezco y amo por estar en mi y por permitirme ser conmigo mismo y con los demás: Sensible, entregado, creativo, tierno, amoroso, protector, receptivo, imaginativo, creativo, disfrutar de la belleza y crearla.
Te acepto en mí y te nutro con estos sentimientos de agradecimiento. Y para que lo sientas, te abrazo con todo mi cariño, agradecimiento y amor”.
Ayudate de esta emoción para mejorar, integrar, equilibrar y transformar tu psique, emociones y a partir de ahora tus actos, volviéndolos más completos, logrando “tu matrimonio interior : Tu parte Masculina y tu parte Femenina”
Siente como se unen, y tu parte Femenina lo recibe, ya que una cualidad de la energía femenina es ser “receptiva”.
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Visualiza a la MADRE TIERRA, imagínate que estás descalzo y la puedes sentir bajo tus pies, como te aporta solidez, sujeción, seguridad, nutrición: ya que gracias a ser buena tierra te aporta alimentos para tu alimentación y gracias a ello tu supervivencia y existencia.
Da las gracias a la energía femenina de la “Madre Tierra”.
Y como el Papa, te arrodillas y la besas o te tumbas en el suelo en postura del palo, recto y besándola con agradecimiento y Amor.
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