SANACIÓN CON EL NIÑO INTERIOR


SANACION CON EL NIÑO INTERIOR



Todos en nuestro interior tenemos dos modalidades de comportamiento que conforman nuestra personalidad: “El Niño” y “El Adulto”.
El Niño
Nos permite expresarnos en la vida con imaginación, pureza, inocencia, creatividad, energía, fuerza, ilusión; si nos caíamos con qué rapidez nos levantábamos, disfrutábamos de todo, estábamos totalmente abiertos a la vida, no existía o nos afectaba menos el miedo, todo era aventura.

El Adulto
Nos permite ser responsables de nuestros actos, pensar con madurez, observar qué es lo que más nos conviene hacer, actuando con conocimiento, madurez, coraje, esfuerzo, valentía ante las experiencias de la vida.

A la edad de  3,5 y 7 años, casi todas nuestras creencias, patrones de comportamiento tanto negativos como positivos, se convierten en lo que ahora creemos y aceptamos como nuestra verdad. Desde aquella época de nuestra vida que va marcando y condicionando nuestra forma de pensar y actuar ahora en el presente.
Si hemos crecido en un hogar “disfuncional” donde habían críticas, tensión, reproches en el ambiente o hacia nosotros, se nos exigía perfección y donde había falta de amor, de cariño; lo más seguro es que actualmente continuemos tratándonos del mismo modo, minando así nuestra autoestima y energía.
Si por el contrario, en nuestro hogar se nos ha dado cariño, felicidad, alegría, apoyo, te felicitaron y dijeron que eras un niño muy listo, creativo, habilidoso; nuestra autoestima crece, se expande y nuestra energía está completamente equilibrada.
Ahora bien, lo que nos ocurrió en el pasado no lo podemos controlar, pero lo que sí podemos hacer en nuestro presente es coger nuestro poder  “aquí y ahora” y dejar de tratar a nuestro “niño” como nos trataron a nosotros.
Cuando de niños se vive el abandono, el maltrato, nos avergüenzan, etc., el dolor es tan grande, tan insoportable que el ADULTO INTERIOR SE DESCONECTA DEL NIÑO INTERIOR para NO SUFRIR.
En aquel entonces no teníamos elección, pero ahora SI, podemos dejar de criticarnos, maltratarnos y autodestruirnos; porque así con estas actitudes NO PODREMOS CRECER, DESARROLLARNOS Y SER LOS SERES MARAVILLOSOS DE LUZ QUE SOMOS, tenemos que sacar y dejar que “nuestra luz brille” permitiéndonos ser Faros de luz para los demás.
Nuestro “ hemisferio derecho” nos permite sentir, vivenciar las situaciones de la vida: NUESTRO NIÑO INTERIOR.

Y nuestro “hemisferio izquierdo” que es NUESTRO ADULTO INTERIOR, es el que nos permite pensar y el poder aplicar la lógica ante cualquier situación que se nos presente.
Si “conseguimos”  trabajarlo, si nos “permitimos” sanarlo y “decidimos” SER FELICES, PLENOS, tener nuestra energía integrada; trabajándolo en consulta conseguiremos equilibrarlos y unificar los dos aspectos de nuestra energía en completa armonía.
Sabremos lo que es sentir Amor hacia nosotros mismos y hacia los demás, sintiendo la “esencia-Alma” obteniendo sanaciones profundas.



¿Tienes tus hemisferios equilibrados?, ¿quieres comprobarlo? ¿Quién necesita más a quién en tu interior: el adulto al niño, o el niño al adulto?


¿Quieres descubrirlo en consulta? Cita previa al Tlf: 630.03.92.16 pregunta por Mayda. ¡¡¡Te espero con cariño e ilusión!!!



No hay comentarios: